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domingo, 22 de noviembre de 2015

A comenzar a trabajar, por el sueño de TODOS

Terminaron las riñas por los votos, no hubo ni vencidos ni vencedores. Personas fueron votadas, para ejercer funciones públicas, delicadas y sensibles. Tanto la Intendencia Municipal, como las Concejalías municipales, no son apenas cargos públicos, son cargos de mucha importancia en el desarrollo de una comunidad, en la construcción de un modelo social para una determinada población.
Tanto el Ejecutivo, como el Legislativo Municipal, son los responsables del diseño de prioridades que darán a la ciudadanía en la búsqueda de un Municipio con progreso sólido, constante y sostenible.
Lastimosamente, la politiquería paraguaya, entiende estos cargos como fuente de PODER y RIQUEZA FACIL y no como una herramienta para la redistribución equitativa de las riquezas públicas, plasmadas en servicios públicos de calidad al servicio de todos.
En los municipios del Interior, ocurren problemas de falta de comunicación, por ejemplo entre la Policía Caminera y la Policía de Tránsito, dependiente de la municipalidad. Pero ésta diferencia no es una cuestión de “celos por la institución”, sino por el “territorio de la coima”, ambos no pelean porque celan por las leyes de tránsito, no, definitivamente no; pelean porque es una fuente de ingresos extra para todo el organigrama, donde, desde el policía en la ruta hasta la (o él) oficinista reciben un pedazo de la torta, cuya porción depende del cargo que ocupa. Por eso, y para eso, se deja ese caos. Son poquísimos los funcionarios, de ambas instituciones que no están involucrados en esa telaraña (en más de los casos son obligados, por sus mismos superiores).  
El servicio de transportes públicos, cae en esta rama del caos, primero porque, tanto el Ejecutivo, como el Legislativo, se encargan de nombrar para el cargo de Jefe de Tránsito a personas totalmente ineptas para el cargo, en muchos casos por simple amistad o favoritismo político (pago de favores o a cambio de votos). Entonces ocurre que la persona, que supuestamente debe estar encargada de ORDENAR el flujo de transportes colectivos, de acuerdo a las leyes y los derechos de empresas, legalmente constituidas, éstos,  son ignorados favoreciendo a otros amigos, con la excusa de “todos tienen derecho a comer”. Horarios desordenados e incumplidos, peleas entre agentes de empresas y pasajeros en la incertidumbre, son apenas dos de las consecuencias de esa negligencia de le entidad que debería velar por el buen funcionamiento de todo el sistema del transporte en bien de TODA la comunidad. Esto sin hablar de la falta total de sentido común al permitir que menores de edad conduzcan vehículos motorizados de alta potencia (o personas que no pasaron ningún tipo de examen de aptitud para manejar) y sus trágicas e innumerables consecuencias.
El estado de las vías de comunicación, así como las señalizaciones de rutas (las rutas son de responsabilidad del MOPC, pero la municipalidad debe colaborar en la vigilancia del buen estado de las mismas), avenidas, calles y caminos vecinales, son responsabilidad del municipio, de manera que den seguridad al transeúnte, tanto peatonal como vehicular y, para efectivizar plenamente esa seguridad, debe crear las condiciones, tanto físicas (caminos en buen estado y control de vehículos) como educativas (educación de seguridad vial) para TODA la población, cosa que se puede hacer en las escuelas, o en la misma municipalidad.
Hay mucha tarea por delante, en todos los municipios. No interesan riñas intestinas partidarias, ahora el votado es de TODOS y, tanto el Intendente, como los concejales, deben entender esta premisa.
Una ciudad no se construye en soledad, desde un escritorio, TODOS deben acercarse a todos, Intendente, concejales y la población, en general tienen una sola cita y un solo compromiso: construir la ciudad que TODOS soñamos.

RECUERDEN QUE LOS SUEÑOS Y LAS PRIORIDADES NO TIENEN COLORES NI IDEALES PARTIDARIOS

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